Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México,  aseguró que “afortunadamente” no se habían registrado daños ni información que de cuenta de pérdidas de vidas humanas.

“El general Sandoval, secretario de la Defensa, ha hecho una revisión en todas las zonas militares y ese es el reporte que se tiene: afortunadamente no hay daños graves”, afirmó López Obrador, pese a asegurar que aún se deben esperar las actualizaciones con el paso de las horas.

El sismo tuvo su epicentro 11 kilómetros al sureste de Acapulco, en el estado de Guerrero, a más de 370 kilómetros al sur de Ciudad de México, de acuerdo con el Sismológico Nacional.

En un primer momento, esta entidad reportó una magnitud de 6,9. Sin embargo, luego se confirmó, mediante el Servicio Geológico de Estados Unidos, que el sismo alcanzó los 7,1 puntos.

El sismo también se percibió con moderación en algunas regiones del estado de Puebla y con intensidad, en otras del Estado de México.

El sismo ocurre a casi diez días de que el país recuerde los aniversarios de dos terremotos que provocaron varias muertes y daños y que quedaron marcados en la mente de los habitantes.

De esta manera, el temblor causó pánico en el centro de la Ciudad de México, cuyos habitantes aún tienen fresco el recuerdo trágico del sismo de 7,1 grados registrado el 19 de septiembre de 2017 que dejó 369 fallecidos, la mayoría en la capital.