Ayer jueves, un motín estalló en la Unidad de Contención del Aprehendido Nº9 (UCA), donde los detenidos expresaron su descontento por la falta de acceso al agua en medio de una ola de calor. La situación desencadenó incidentes que culminaron con denuncias de fuerte represión y castigos por parte de los internos y sus familiares.
El disturbio se inició cerca de la medianoche en el sector masculino de la prisión, donde los reclusos, agobiados por el hacinamiento y la escasez de agua, prendieron fuego a sábanas y colchones como forma de protesta. Este reclamo también fue secundado por las internas en el sector femenino de la instalación.
Fuentes policiales informaron que se activó el protocolo anti motín para contener la situación, y que, afortunadamente, no se reportaron heridos. En la intervención participaron unidades de Bomberos y divisiones de la Guardia de Infantería.
Inicialmente, la investigación estuvo a cargo de la fiscal Celeste Blasco, aunque posteriormente fue transferida al fiscal Guillermo González.
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