México: Pumas puntero de la mano de dos argentinos tapados

El fútbol mexicano es un lugar muy cómodo para los argentinos. Varios de los jugadores que emigran a tierras aztecas suelen destacar y convertirse en figuras de sus equipos. Esta vez no parece ser la excepción y dos compatriotas sorprenden a todos, al punto de llevar a los Pumas de la UNAM a ser los mejores del campeonato azteca.

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Se trata del delantero Juan Dinenno y el entrenador Andrés Lillini. Dos argentinos que, sin ser haber dejado nuestro país con todos los honores, se ganaron su reconocimiento a base de esfuerzo y trabajo dentro de la cancha. Este último fin de semana, el elenco de la capital mexicana se impuso por 3-0 sobre Atlético San Luis (afectado por varios casos de coronavirus) y logró permanecer como líder invicto del torneo Guardianes.

En el caso del artillero con pasado en Racing, convirtió su séptimo gol en lo que va del certamen. Así marcha segundo en la tabla de goleadores, apenas detrás de dos futbolistas. Luego de una brillante etapa en Colombia, donde dejó su marca a base de anotaciones, el rosarino ex Temperley y Aldosivi llegó a su nuevo club para seguir convirtiéndose en figura. 

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Por el lado del DT, su trabajo es realmente valorable. Tras una extensa carrera como formador de juveniles (fue futbolista pero se retiró a los 25 años), le llegó su primera chance al mando de un primer equipo. Comenzó como interino, hizo un buen papel y lo ratificaron como fijo. Hasta ahora tiene diez partidos dirigidos y no perdió en ninguno: ganó seis y empató cuatro. A lo largo de su vida trabajó en distintos clubes, como Monarcas, Boca y CSKA Moscú. También fue asistente del santafesino Mario Sciaqua en San Luis de Quillota (Chile) y Gimnasia de Jujuy. 

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En el 3-0 a San Luis, Dinenno convirtió el segundo tanto desde afuera del área, algo que ya había hecho días atrás ante Puebla. Esta vez necesitó de un tiempo más para acomodarse, ya que al recibir estaba marcado por un rival. Con un buen gesto técnico logró sacárselo de encima, abrir un espacio y sacar un muy difícil zapatazo cruzado y bajo. La pelota le picó justo al arquero que nada pudo hacer para evitarlo. El Comandante (como lo apodan en México) lidera y quiere ir por más.