La increíble historia del jugador más caro de la Libertadores

A mediados de 2002 y con el embarazo ya bastante avanzado, Gracielly Silva y Carlos Alexandre Fonseca Da Souza no estaban convencidos de qué nombre ponerle a su hijo. Tenían definido el primero, queiba a ser Gabriel, pero el segundo todavía era una incógnita. No podían ponerse de acuerdo. Hasta que una charla con un vecino destrabó la situación. El amigo de la familia le contó a la parejita que su deseo siempre había sido tener un hijo varón para ponerle el nombre de un futbolista argentino al que admiraba pero que nunca había podido por tener tres hijas mujeres. El jugador en cuestión era ni más ni menos que Juan Sebastián Verón…

Y aunque Gracielly y Carlos no tenían ni idea de quién era la Brujita, que en ese momento jugaba en el Manchester United, les encantó y compraron la idea. Por eso, cuando finalmente el 3 de septiembre del 2002 en un hospital de Assu, al Norte de Brasil, nació su hijo, lo anotaron como Gabriel Veron, sin tilde. Y ese menino, que hace unos días cumplió apenas 18, es la gran joyita que tiene el Palmeiras, líder del grupo B de la Libertadores, que comparte con Tigre, Guaraní y Bolívar.

“Me gusta mucho este nombre y voy a hacerle honor. He visto jugadas suyas por YouTube, aunque nunca en vivo. Era un futbolista buenísimo. Creo que él va a estar orgulloso de mí”, contó Gabriel en una entrevista con la FIFA, durante el Mundial Sub 17 de Brasil, el año pasado. Fue justamente durante en ese torneo en el que se dio su explosión.Con la Canarinha, fue campeón y la descosió:hizo tres goles (incluido uno en la semi ante Francia) y se llevó el Balón de Oro por ser el mejor jugador del torneo.

Gabriel Veron es diestro y Vanderlei Luxemburgo, el DT de Palmeiras, lo suele usar de extremo por derecha aunque también lo utilizó por la banda izquierda, para que juegue con el perfil cambiado. Su principal virtud es la velocidad y la gambeta, características parecidas a las de Mbappé aunque en Brasil ya lo definieron como “el nuevo Neymar”. Tan rápido es que se ganó el apodo de Rayo y, para hacerle honor, se tatuó dos rayitos en sus gemelos.

La Brujinha, que se empezó a destacar cuando tenía apenas ocho años, se sumó al Verdao en 2017, luego de una prueba en la que maravilló a los entrenadores de juveniles y arrancó con la Sub 15. Incluso con las Inferiores del equipo de San Pablo consiguió dos mundialitos de clubes Sub 17: en 2018 fue figura (hizo nueve goles) y le ganó la final al Real Madrid y también en el 2019, cuando dio la vuelta ante el Leganés.

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Fanático del Merengue y de Cristiano Ronaldo, Veron debutó como profesional hace menos de un año. Fue el 28 de noviembre del 2019 ante el Fluminense, por la fecha 35 del Brasileirao que ganó el Flamengo:ingresó por Willian cuando faltaban 14 minutos para el final y no pudo cambiar el 1-0 en contra. Su primer gol llegó en su segundo partido y le alcanzó media hora para hacer de todo… El 5/12 entró por Zé Rafael ante Goiás, clavó un doblete (el 3-1 y el 5-1 final) y además asistió a Dudu (en el 4-1). Con menos de 15 partidos en Primera, al pichón de crack lo van llevando de a poco y no suele ser titular, aunque entra casi siempre. En lo que va de la Libertadores estuvo en dos partidos, siempre ingresando en el segundo tiempo: en marzo, jugó 22’ en el 2-0 del Palmeiras ante Tigre en Victoria y, el jueves pasado, entró en los últimos 15’ en el 2-1 contra Bolívar en la altura.

Pese a su poca experiencia, el sitio Transfermarkt, especialista en valuar a los futbolistas, le puso un precio de 25.000.000 de euros, lo que lo transforma en el jugador más caro de la actual edición de la Copa. Aunque a los dirigentes del Verdao esa cifra no les convence para nada… Con el Real Madrid y el Barcelona siguiéndolo de cerca, le hicieron un contrato hasta 2025 y le pusieron una cláusula de 60.000.000 de euros.

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Sin embargo, el gran presente de la Brujinha y su prometedor futuro no serían posibles sin el consejo de su madre y de su abuelo materno, quienes le insistieron en seguir jugando al fútbol ya que él tenía otro sueño… “Mi papá se dedica a la ganadería, es vaquero, cuida vacas y caballos. Trabaja en el campo, y yo quería seguir sus pasos, aunque no lo conseguí”, contó. Cosa de Brujinhas, ¿no?

Así fue la noche que clavó dos goles y una asistencia ante Goiás

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