España relajó el confinamiento y miles de trabajado…

España experimentó una prudente vuelta al trabajo en sectores no esenciales de la economía, coincidiendo con una nueva baja en el balance diario de muertos por coronavirus. El retorno se produjo en Madrid y en una decena de comunidades, ya que en ocho regiones el lunes fue feriado. Según el ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, en la hora pico no hubo aglomeraciones y la concurrencia fue «muy limitada» en los transportes públicos. Este regreso laboral se produce de forma gradual, mientras muchos entienden que la decisión adoptada por el jefe del gobierno de coalición, Pedro Sánchez, es prematura y podría tener un impacto negativo en las cifras de evolución de la epidemia. Para garantizar la seguridad de los trabajadores, el ministerio de Sanidad se encargó de repartir barbijos en distintos puntos del país como medida adicional de protección. Con 517 nuevas muertes, 102 menos que en la jornada del domingo, el total de víctimas por Covid-19 se elevó en España a 17.489.

El gobierno que preside el socialista Pedro Sánchez intenta reactivar a una parte de la economía española muy debilitada por el coronavirus, con unos 900 mil empleos perdidos desde mediados de marzo. Con la pandemia en retroceso, Sánchez mantuvo su decisión de que la «hibernación económica» de la actividad no esencial fuese solo algo excepcional, como se estableció entre el 30 de marzo y el 9 de abril, y levantó la medida apoyándose en un comité de expertos.

Sin embargo, surgieron interrogantes incluso al interior de las filas del gobierno. El ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, advirtió que si las empresas no pueden garantizar la «salud pública de los trabajadores, la actividad no puede reiniciarse». El vicepresidente de la Confederación Empresarial de Organizaciones Empresariales, Íñigo Fernández de Mesa, admitió por su parte que la mayoría de pymes «no tienen material de protección contra el coronavirus».

Si bien el uso de barbijos no es obligatorio, el gobierno recomienda que se empleen en los traslados. A primera hora de la mañana, la policía española repartió barbijos en estaciones de trenes y subterráneos a los trabajadores que se dirigían a sus empleos, en su mayoría empresas del sector manufacturero o la construcción que no pueden hacer teletrabajo. Hasta ahora, el acceso de la población a las mascarillas era difícil, ya que la mayor parte del suministro se distribuyó principalmente entre personal sanitario y fuerzas de seguridad.

Este reparto de barbijos está «muy bien, porque algunas personas no van con mascarillas ni guantes, y eso es un peligro para la demás gente», dijo desde la madrileña estación de Atocha Blanca Cisneros, empleada de una residencia de ancianos. «Viene bien para la gente que utiliza el transporte público», agregó José Antonio Cruces, que recibió una mascarilla camino a su trabajo, y aseguró que fue «bastante difícil» conseguir una en los últimos días.

Mientras España iniciaba este lunes un lento retorno a la normalidad con la vuelta al trabajo en algunos sectores económicos no esenciales, el número de muertes por Covid-19 volvía a bajar, con 517 en las últimas 24 horas. El total de fallecidos por coronavirus ascendió así a 17.489, mientras que los contagios registrados suman 169.496. Por último, las 64.727 personas que se recuperaron desde el inicio de la pandemia sitúan a España como el país del mundo que más altas hospitalarias concedió.