Vuelve la Copa y los clubes ahora apuran para regresar a los entrenamientos

El fútbol argentino se detuvo el 17 de marzo cuando la AFA suspendió todas sus actividades a partir de un pedido de Matías Lammens, el ministro de Turismo y Deportes. 72 horas después Alberto Fernández​ decretó la cuarentena obligatoria, que en principio iba a finalizar en abril pero ya lleva 112 días de forma ininterrumpida, incluyendo el último retroceso a Fase 1 en el AMBA.

A poco de finalizar junio habló Claudio Tapia y, en representación de todos los clubes, anunció que recién se volvería a los entrenamientos cuando todo el país estuviera en Fase 4. ¿Qué cambió de ahí en adelante? Hoy resulta impensado que la Ciudad y el Gran Buenos Aires puedan alcanzar ese estatus en el corto plazo y hay dos factores que aprietan fuerte: uno es deportivo y el otro económico.

La primera alarma para los clubes que juegan la Copa Libertadores llegó con el anuncio de Conmebol, que si bien ya había estipulado septiembre como fecha tentativa para la vuelta de la competencia, este viernes avanzó y confirmó que será el martes 15 de ese mes. AFA votó en contra y solicitó que por lo menos se postergue para el 22, teniendo en cuenta que el resto de los países, exceptuando Bolivia, ya están al menos entrenando y acá apenas se presentó un protocolo, además de que ni hay fecha tentativa de regreso. Por ahora el pedido no prosperó y se mantuvo el 15 como definitivo.

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La idea de AFA es acompañar las medidas del Gobierno, pero también tiene que responder a las presiones de los clubes, que no quieren saber nada con llegar a la Copa sin la debida preparación física, lo que los pondría en desventaja con el resto, especialmente con los brasileños, que ya hasta están en plena competencia.

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El otro motivo importante pasa plenamente por lo económico. La plata que la televisión les baja a los clubes alcanza hasta septiembre y éstos ya están avisados. Pasada esa fecha hay que generar nuevo contenido y al menos se tiene que disputar el torneo relámpago que se ideó para completar lo que queda del año.

Ante estas circunstancias, ya se empezaron a escuchar voces de varios protagonistas pidiendo que se avance lo antes posible con la vuelta a los entrenamientos, a pesar de que los casos de coronavirus son cada vez más. Marcelo Gallardo​ fue el primero en romper el hielo y luego se escucharon voces de dirigentes importantes como Víctor Blanco, Nicolás Russo y este viernes hasta Marcelo Tinelli, quien justamente forma parte del Gobierno de Alberto Fernández.

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Está claro que se terminaron los tiempos de relajación y la vuelta a las canchas es inminente. Ya no se habla de esperar ninguna fase y sólo queda determinar el día exacto del regreso de los entrenamientos colectivos. Si no hay un cambio abismal, pasada la primera semana de agosto podríamos empezar a ver a los equipos de la Superliga practicando, para así tener un mes para llegar de la mejor forma a la Libertadores.