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El juez federal Luis Rodríguez fue sobreseído esta semana en una causa en la que se lo había denunciado por cohecho para beneficiar al entorno del ex presidente Néstor Kirchner. El juez Sebastián Casanello sobreseyó a Rodríguez de la acusación de haber recibido pagos de parte de Daniel Muñoz, ex secretario de Kirchner, para asegurar su protección judicial.
En su fallo, Casanello hizo lugar al pedido de sobreseimiento de Rodríguez por parte del fiscal Gerardo Pollicita, quien había asegurado que “ninguna de las declaraciones brindadas proporcionó algún dato concreto, objetivo y demostrable respecto de la supuesta entrega de dinero. Es decir, no se desprende ninguna referencia sustancial, precisa y comprobable respecto de dónde, cómo y cuando se efectuó el pago, ni tampoco acerca de dónde estuvo el dinero, quiénes participaron de la entrega y recepción”.
La resolución judicial continúa citando a la fiscalía respecto de la prueba producida. «A los fines de abordar todas las aristas derivadas de la denuncia, también se avanzó sobre la línea de investigación de índole patrimonial, aunque sin éxito para progresar en el esclarecimiento de los hechos denunciados”.
«El informe de inteligencia elaborado pro la UIF en relación al magistrado Luis Rodríguez y su grupo familiar, y la información aportada por la AFIP en relación al citado contribuyente, no evidenciaron la existencia de operaciones económicas, financieras o comerciales que dieran cuenta de un movimiento de dinero compatibles con la hipótesis delictiva”, sostiene el fallo citando a la fiscalía.
Y agrega el argumento de Pollicita que “no se pudo demostrar ninguna situación ilustrativa de ayuda o beneficio procesal indebido por parte del doctor Luis Rodríguez a favor del matrimonio Muñoz-Pochetti”. Casanello concluye entonces resolviendo “hacer lugar al pedido del fiscal y sobreseer al Dr. Luis Rodríguez en orden a los hechos imputados”.
En un primer sorteo, la causa había recaído en el juzgado de Claudio Bonadio, quien se excusó ya que tenía a su cargo la causa de los cuadernos. Luego de un segundo sorteo, el caso arribó al juzgado de Casanello. La denuncia había surgido de un testimonio de Carolina Pochetti, viuda de Muñoz, quien dijo como arrepentida que su marido había pagado cerca de 10 millones de dólares a Rodríguez.
En sus sucesivas declaraciones ante el fiscal Stornelli y el juez Claudio Bonadio, que la investigaban por lavado de dinero como colaboradora y heredera de Muñoz junto a otras personas de su familia y su entorno, Pochetti había afirmado que el dinero para el juez Rodríguez se lo había entregado a quien era su abogado, Miguel Angel Plo, que también estuvo preso en la causa de los cuadernos.
La confesión de la viuda de Daniel Muñoz tenía un antecedente público: en septiembre, Stornelli le había pedido a Rodríguez que indague, detenga y sobre todo congele las cuentas de Pochetti en el marco de una causa por el supuesto enriquecimiento ilícito de Muñoz que tramitaba en su juzgado, y que pese a que había sido cerrada en 2013 sin que hubieran encontrado irregularidades en las cuentas del ex secretario de los Kirchner, se reabrió tras la aparición de Muñoz en los Panamá Papers de 2016.
Pero Rodríguez no sólo rechazó los pedidos de Stornelli y dejó en libertad a todos los imputados, sino que, cuando estalló el escándalo de los cuadernos y el juez Claudio Bonadio sí detuvo a Pochetti y sus testaferros -Daniel Muñoz ya estaba muerto-, se negó a remitirle a su colega aquellas viejas actuaciones.
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