Nueva York se acerca a las cifras de España e Italia

Lunes 16 de marzo. «Váyanse ya de Nueva York. Tomen el primer avión que puedan para volver a la Argentina. Lo que está pasando es muy grave y todavía falta lo peor«. Con esa frase nos recibió una mujer en el consulado argentino en Nueva York. Recién ese día Sandemans dejó de hacer los free tour (aunque hubo por la mañana, no así por la tarde) y se comenzó a decir que se cerrarían los restaurantes y los bares, mientras que los locales de indumentaria seguían abiertos como si nada con la alarma de que no te podías probar la ropa, cuando en la Argentina desde el viernes 13 Alberto Fernández ya había decretado la suspensión de las clases y el cierre del espacio áereo.

De inmediato salimos del consulado y comenzamos el operativo retorno después de apenas cuatro días de haber arreglado las vacaciones de los 18 que tuvimos planificados desde hace seis meses. A esa altura, solo queríamos volver a casa, a nuestro país, porque ya había llegado lo que está pasando ahora …

Nueva York se convirtió en el epicentro de la pandemia en los Estados Unidos. Ya se registró un total de 113.704 contagios por coronavirus, y un total de 3.565 muertos, según informó el gobernador Andrew Cuomo.

Estas cifras se acercan cada vez más a las registradas por países como España o Italia, que se mueven en torno a los 125.000 infectados, y se almacena una tercera parte de los casos registrados en todo el país.

El estado ha registrado un incremento de 10.841 casos en las últimas 24 horas, hay un total de 15.905 hospitalizados y 4.126 personas están en cuidados intensivos, según el último balance proporcionado por el gobernador.

El famoso Central Park, que está a sólo unas cuadras del consulado y apenas llegamos a pisar porque, a esa altura, ya sólo pensábamos en volver, se convirtió en un hospital de emergencia, con carpas con capacidad para 68 camas.

Hoy, a la distancia, agradezco poder estar en mi casa, cerca de mi familia y amigos. Le agradezco a esa mujer del consulado por su crudo mensaje. Agradezco estar lejos de la pesadilla que se vive en la ciudad que tanto soñamos con recorrer…