El hombre de nacionalidad peruana conocido como el “paciente cero” por introducir la variante Delta de coronavirus a Córdoba y generar un brote de contagios murió esta mañana en el Hospital Rawson, donde se encontraba internado . Es el primer fallecido por cepa Delta i en el país.
El 19 de Julio pasado llego a la Argentina procedente de Perú y no cumplió el aislamiento obligatorio, provocando de esta forma 33 contagios en la Provincia de Córdoba, por lo cual estaba imputado por propagar la enfermedad.
El paciente , de 62 años de edad, falleció como consecuencia de una arritmia de la que no pudo recuperarse. Estaba internado desde el 31 de julio a la noche por una neumonía bilateral.
El director del Rawson, Miguel Diaz, explicó que el pronóstico siempre fue “reservado” y que en los últimos días había logrado estabilizar su cuadro pulmonar. La arritmia derivó del cuadro general. El hombre, que no estaba vacunado, fue imputado –junto a otras cuatro personas- por la violación del artículo 205 del Código Penal, que sanciona la propagación de una enfermedad.
El fallecido había estado dos meses en su país y llegó el 19 al Aeroparque Jorge Newbery, a donde lo fue a buscar su sobrino, ambos regresaron a esta ciudad en auto.
El test de antígeno hecho en el aeropuerto le dio negativo; el 21 de julio, se realizó el control telefónico y se programó el testeo correspondiente al séptimo día. El hombre comenzó con síntomas el 23 pero no consultó y el 26, cuando se le realizó el test para el alta, dio positivo. La variante delta fue identificada por el Laboratorio Central de la Provincia de Córdoba, el 27 a la noche.
A partir de entonces, se inició una “reinvestigación” del caso. El sobrino del hombre alertó al personal del Ministerio de Salud de que su tío “había salido”. Contó que se había reunido con dos integrantes de su familia que vivían en otro barrio. Desde ese núcleo comenzó la transmisión del virus.
Dieron positivos ellos y, después, los hijos y sus familias, con los que habían estado reunidos. Fuera del círculo familiar solo hubo una amiga que estuvo en contacto estrecho con ellos. Todo el resto de los positivos correspondieron al mismo conglomerado.
El caso cero residía en un barrio diferente del resto de los contagiados; por eso, el megaoperativo de testeos que se desplegó en los días posteriores a la detección fueron en tres zonas de la ciudad de Córdoba y en cuatro escuelas (dos privadas, una municipal y una provincial primaria). En todos esos establecimientos se aislaron las burbujas en las que había contactos, pero el resto de la actividad continuó con normalidad. En total hubo 800 aislados.
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