Los «celestes» del oficialismo y la oposición se unen para resistir el proyecto para legalizar el aborto

El anuncio del presidente Alberto Fernández sobre el envío de un proyecto para legalizar el aborto apenas días después de visitar al papa Francisco en el Vaticano desconcertó a los legisladores «celestes» que, cautelosos, esperan a ver cómo avanza la movida y conocer la letra del texto antes de poner en marcha el «operativo pro vida».

«Habrá que ver en qué consiste el proyecto que manda el Presidente. Obviamente se van a dividir un poco las aguas sobre el tratamiento de este tema«, declaró con una sonrisa resignada el jefe de la bancada del Frente de Todos en el Senado, José Mayans, quien fue una de las espadas celestes más fuertes en la Cámara alta durante el debate anterior.

Mirá también

«Nosotros sostenemos que nuestra Constitución protege la vida desde la concepción al igual que el Código Civil y otros tratados de jerarquía internacional», sentenció y auguró que nuevamente el debate será «transversal» entre los bloques del oficialismo y la oposición.

La posibilidad de que la iniciativa contemple solo la despenalización, reconocen en el FdT, sería «más suave» pero tampoco sería garantía de aprobación inmediata. Aunque Mayans reconoció que «condenar a una mujer es delicado», planteó que «habría que mirar los términos». «La interrupción de una vida no es algo tan sencillo como para decir ‘se despenaliza totalmente'», agregó.

El formoseño le da esperanzas a sus pares anti aborto de Juntos por el Cambio, que temen que -a diferencia de lo que ocurrió cuando Mauricio Macri era presidente- el Ejecutivo está vez ponga presión sobre los legisladores de su espacio para aprobar la iniciativa que será empujada por el Gobierno.

«Conociéndolo a él y su pensamiento, nunca va a votar con los suyos en este tema aunque sea el jefe de bloque y se lo pida el propio Presidente», considera un senador PRO quien también plantea que todavía «hay que esperar» para empezar a hacer declaraciones y movilizar a los legisladores.

Mirá también

Cerca de las autoridades legislativas del oficialismo en la Cámara baja aseguran que no van a usar las «herramientas de ser oficialismo para forzar la convicción personal» de ningún legislador. Considerando que la presidenta del Senado, Cristina Kirchner, hasta hace poco tampoco estaba a favor de la legalización no creen que ella tampoco presione.

La Cámara alta fue la que le puso el freno a la legalización del aborto que había logrado la media sanción en Diputados.

Mirá también

Por eso allí, al igual que hicieron en Diputados «las sororas» -un grupo de legisladoras de distinto color político- los senadores articularon un grupo similar.

Casualmente, tres de las autoridades más fuertes del Frente de Todos en la Cámara alta son «celestes». Además de Mayans, como jefe de bloque, la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala y el vice primero Maurice Closs -ambos elegidos por Cristina Kirchner- se expresaron y votaron en contra de la legalización del aborto en 2018.

En esta ocasión prevén que la situación se repita. Sin embargo, todavía no activaron los resortes. «No nos pusimos en contacto. Estamos viendo qué pasa, hay que leer el proyecto», apuntaron cerca de una senadora pro vida.

Mientras tanto, observan sigilosos el accionar de la Iglesia, como primer frente de conflicto. «La Iglesia jugó fuerte en la elección y fue clave para definirlo. Fernández viene de obtener un respaldo fuerte del Papa y hace esto ahora. Es todo raro», señala un diputado macrista.

Sin embargo, no planean acoplarse formalmente a la marcha que la Iglesia convoca para el 8 de marzo. «El que quiera ir lo hará en carácter personal. Es un error creer que los celestes lo somos solamente por convicciones religiosas», considera un senador del norte del país.

En el FdT hay quienes creen que este año la Iglesia dará pelea con mayor ímpetu porque en el debate 2018 perdió ese lugar de referencia con los evangélicos.

La posibilidad de que Fernández envíe junto al proyecto de legalización del aborto una ley para asistir económicamente a mujeres embarazadas, tampoco suaviza su postura».

«Me parece bárbaro que Alberto mande una propuesta así. Yo la votaría con las dos manos. Pero no cambia en nada mi postura sobre el aborto», asegura un diputado del Pro.