Los adultos mayores deberán sacar un permiso para circular por la Ciudad

Desde las 00 horas de este lunes 20 de abril, los adultos mayores de 70 años deberán tramitar, por teléfono, un permiso para poder circular por la Ciudad de Buenos Aires. La medida fue anunciada por Horacio Rodríguez Larreta, Jefe de Gobierno Porteño, para minimizar las salidas a las calles de este grupo de riesgo frente a la pandemia de coronavirus. A pesar de algunas críticas, recibió el respaldo de Alberto Fernández.

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La autorización, que alcanza a los cerca de 490.000 mayores de 70 años que viven en la Capital Federal, deberá solicitarse a través de la línea 147. La misma tendrá validez para el día otorgado y contempla excepciones como el cobro de jubilación, tratamientos médicos y vacunación.

El jefe de Gobierno porteño explicó que la iniciativa no prevé multas a quien incumpla con la medida y agregó que surgió como parte de las políticas adoptadas para el cuidado de los adultos mayores porque tienen «por lejos, el mayor riesgo de muerte» en el marco de la pandemia: «En Argentina, el promedio de edad de fallecimiento por coronavirus es de 71 años y en el mundo, y en la Ciudad ocho de cada diez fallecidos son mayores de 70 años. La medida puede ser antipática, pero es para cuidarlos a todos».

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En la Ciudad, los mayores de 70 años que quieran salir de sus hogares para hacer alguna compra o para pagar algún impuesto, tendrán que comunicarse al 147, donde un operador, en principio, buscará darle contención telefónica e intentar disuadirlos. La idea es «solucionar el problema» que se plantee la posibilidad de que puedan ser asistidos por algunos de los voluntarios que forman parte del programa porteño «Mayores Cuidados» y elevar, así, lo que denominan «las barreras de salidas» a la calle.

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No obstante, si aún así se mantiene el pedido por parte del adulto mayor para poder circular, entonces el operador telefónico le solicitará el número de DNI y dará un código de trámite que habilitará la salida. El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, agregó, que «si en la conversación con el 147, no te convencemos de resolver el problema, salí libremente, pero danos la oportunidad de ayudarte».

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En tanto, el defensor del Pueblo de la Tercera Edad, Eugenio Semino, salió a cuestionar la medida al advertir que esa población «no es un débil mental» ni «tiene una minusvalía». Y afirmó: «Desde el punto de vista gerontológico es anacrónico, es tratar de tutelar casi en forma absurda al adulto-mayor. Desde el punto de vista del derecho, es absurda», afirmó.