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Hace rato que hay números que no cierran en Independiente. Las intimaciones de 12 jugadores, la necesidad de reducir el presupuesto mensual del plantel en un 40%, las deudas que se acumulan y los inconvenientes para afrontar los compromisos cotidianos ponen en evidencia la magnitud de una crisis económica que comenzó antes de la pandemia y que se agudizó desde que la pelota dejó de rodar por el parate del fútbol a mediados de marzo.
En las últimas horas llegó un nuevo embargo: Claudio Ciancio, quien fue dirigente del Rojo durante la presidencia de Javier Cantero, exige el pago de 170.000 dólares en concepto de intereses como consecuencia del atraso en el pago de una deuda que el club mantiene con él. Ciancio reclama en total el pago de u$s 1.000.000 que puso para la construcción de los palcos del sector Norte del estadio. No es la primera oportunidad en la que decide optar por a vía del embargo.
Lo cierto es que la medida del ex directivo cayó como una bomba en la institución. Independiente viene teniendo serios inconvenientes para pagarles a los jugadores. Y hay varios empleados de distintos sectores que no cobraron los sueldos por lo que se encuentran con mucha incertidumbre. Desde la dirigencia aseguran que van a resolver el problema, pero entre los trabajadores del club hay preocupación.
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