El Gobierno comenzó a gestionar una vista de Alberto Fernández a Donald Trump

El embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, comenzó a gestionar una visita del presidente Alberto Fernández a la Casa Blanca para encontrarse con Donald Trump este año, en una reunión con el canciller estadounidense en la que repasaron la agenda bilateral y regional.

Argüello fue recibido por la tarde de este lunes por el secretario de Estado Michael Pompeo, un encuentro que el argentino calificó como “muy positivo” y que se extendió por cerca de 40 minutos. También estuvieron presentes el encargado de la región, Michael Kozak, y el embajador de EE.UU. en Argentina, Edward Prado. Poco antes se habían reunido con Kevin O´Reilly, el subsecretario para el Hemisferio Occidental.

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Fue el debut oficial de Argüello ante altos funcionarios de Estados Unidos ya que, luego de presentar sus cartas credenciales a Trump el 6 de febrero, viajó a la Argentina para la aprobación de su pliego en el Senado. Volvió este lunes para esta reunión.

Según contó el embajador a corresponsales argentinos en Washington, fue él quien planteó a Pompeo la posibilidad de un encuentro cara a cara entre Trump y Fernández. El secretario le respondió que era “muy difícil por el año electoral en Estados Unidos un viaje de Trump a Buenos Aires”. Sin embargo, le dijo que iba a “proponer a Trump la posibilidad de una visita de Fernández este año” a Washington. Pompeo “se mostró interesado”, señaló el argentino.

El diplomático dijo además que le había manifestado al canciller “el reconocimiento de Argentina al apoyo que hemos recibido de Estados Unidos y los principales países que conforman el directorio del Fondo Monetario Internacional para poner en marcha el proceso que estamos viviendo, que arranca con la declaración de no sostenibilidad de la deuda y la búsqueda de un acuerdo” con el organismo. A mano, Pompeo tomaba nota de los temas, dijeron.

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El respaldo de Estados Unidos en el directorio es clave para una futura renegociación de la deuda porque, como primera potencia económica del mundo, tiene una influencia sustancial para la aprobación de un futuro acuerdo. Los funcionarios repasaron también los encuentros que Fernández mantuvo con mandatarios de otros países de peso en el organismo como Francia, Alemania, Italia a principios de mes. También comentaron el viaje de Martín Guzmán a un seminario sobre la deuda en el Vaticano y el reciente encuentro del ministro con el secretario del Tesoro Steven Mnuchin.

Pompeo se mostró interesado en la actualidad económica de nuestro país y puso énfasis en que esperaba que las medidas de emergencia que tomó el Gobierno (fundamentalmente el cepo cambiario) “cesen pronto” porque, dijo, “es una condición necesaria para garantizar el flujo de inversiones, sobre todo de compañías estadounidenses en Argentina”. Argüello le respondió que “eran medidas transitorias, producto de la necesidad” que se está viviendo.

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En otro tema que importa mucho al Gobierno, Argüello le planteó formalmente, además, “la aspiración de Argentina a ocupar la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo”, en remplazo del colombiano Luis Alberto Moreno, y dijo que tenían un candidato para ese puesto, el hoy ministro de Asuntos Estratégicos Gustavo Beliz, que fue funcionario de ese organismo por varios años. “Sentí que tienen un reconocimiento hacia Béliz, que piensan que es un buen candidato, pero tomaron debida nota de la aspiración argentina y el pedido que formulé concretamente de respaldo”, dijo Argüello.

También conversaron sobre la reelección del uruguayo Luis Almagro como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que ha sido muy resistida por el kirchnerismo. Dos candidatos se postulan para remplazarlo, el peruano Hugo De Zela y la ecuatoriana María Fernanda Espinosa. “La Argentina no ha tomado la decisión sobre a quién apoyar, Pompeo conoce las críticas que Argentina tiene de la gestión de Almagro”, dijo Argüello, que aclaró que el canciller “no pidió apoyo” para ningún candidato.

Otro tema que surgió fue la crisis en Venezuela, algo que preocupa al gobierno de Trump. “Compartimos el mismo objetivo, que es tener una Venezuela institucionalmente fuerte”, dijo Argüello. “Podemos tener miradas distintas sobre cómo llegar al mismo resultado”, agregó. También hablaron del proceso electoral en Bolivia.

Además de su misión diplomática, el presidente Alberto Fernández le ha asignado a Argüello una función más amplia, la coordinación de la representación argentina ante los organismos internacionales de crédito, como el FMI, el BID y el Banco Mundial, más los políticos como la ONU y la OEA.