El festejo Loco de Bielsa en el entrenamiento del Leeds

De repente, aunque sin perder los modos, Marcelo Bielsa y su plantel fueron un solo Loco. El día después de la anticipada vuelta a la Premier League tras 16 años de Ascenso, con la resaca del caso pero con el compromiso de salir campeones por delante (este domingo, desde las 10, visita al Derby County y luego, el miércoles 22, recibe desde las 15.30 al Charlton Athletic para cerrar la temporada con vuelta olímpica), el Leeds United siguió de party.

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Con su segundo curso al frente de Los Blancos casi consumado, Marcelo Bielsa llegó al predio de entrenamiento del Leeds mientras sus jugadores, como podían, ya estaban en plena rutina física al aire libre, haciendo algo de gimnasio frente a las canchas. Fue en ese momento, mientras sonaba de fondo aquella misma canción pegadiza y hoy tan popular de los morochos africanos llevando un cajón en andas -con una connotación completamente opuesta-, que el Loco se sumó al festín, y cambió su rostro adusto por una sonrisa que debería ser tatuada. Fue ahí donde empezó a levantar sus brazos, a saludar personalmente a su tropa, y a recibir de sus players, en tono de fans, el ya tradicional ‘Mar-celoooo Biellll-sa, Mar-celoooo Biellll-sa…”, en un forzadísimo español e intentando seguir el ritmo de Seven Nation Army (de The White Stripes), todo un himno en las tribunas inglesas.

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Había pasado ya una noche soñada. De sueños que se hacían realidad, de agradecimientos mutuos. Los pubs, aislamiento social mediante, se llenaron y se vaciaron. Se llenaron de hinchas, se vaciaron de alcohol. Los que siguieron de largo esperaron que el histórico Evening Post Yorkshire llegase a las librerías para quedarse con un diario que sería de colección. A 12.000 kilómetros de ahí, en otro modo, las portadas rosarinas también le hacían un sitio de honor a Bielsa, mientras en las radios y en la televisión, continuaba el debate que data, mínimo, desde 2002…