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En el último día de sesiones ordinarias de 2020, el Frente de Todos y sus aliados en la Cámara de Diputados buscarán cerrar este lunes el circuito que inició Cristina Kirchner hace casi un año cuando criticó el bienestar hasta de los “helechos y agapantos” en la “opulenta” (diría luego Alberto Fernández) Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El oficialismo con Máximo Kirchner a la cabeza pidió sesión especial para las 13.30 en la que espera convertir en ley el proyecto que aplica un nuevo recorte de recursos a la Ciudad, en este caso para pagar el funcionamiento de la transferida Policía Federal. La iniciativa ya tuvo media sanción en el Senado el 3 de octubre pasado.
El Frente de Todos necesita sumar a sus 117 diputados otros 12 de aliados, para el quórum de 129. Del otro lado, Juntos por el Cambio (con 115), que no dará quórum, trabajaba este domingo en sumar voluntades para hacer naufragar la convocatoria. También buscaría impugnar la sesión. Cristian Ritondo -jefe del bloque Pro- dijo que fue llamada de manera «irregular» en el acuerdo de sesiones semi-virtuales.
Como viene pasando en Diputados, donde hay mucha paridad entre las dos grandes coaliciones del oficialismo y la oposición, son decisivos un puñado de 23 diputados (2 son de la Izquierda); la mayoría están agrupados en los interbloques federales que encabezan el peronista Eduardo Bali Bucca (son 11) y José Luis Ramón (6), el mendocino que viene trabajando aliado al titular de la Cámara, Sergio Massa. Pero entre esos interbloques “resto del mundo” ha habido las más de las veces posturas diferenciadas también.
Por lo pronto, con una postura crítica decidió no dar quórum tampoco el bloque lavagnista de Graciela Camaño, Alejandro Topo Rodríguez y Jorge Sarghini. En un fuerte comunicado sostuvieron que no es asunto del Congreso esta discusión. “Se debe llegar a un acuerdo sin la intervención del Congreso”, lleva justamente de título y afirma que “resolver lo que el gobierno no quiso arreglar, es un atajo política e institucionalmente inadecuado”.
Consenso Federal trataba de unificar en esta postura el resto del interbloque de Bali Bucca. Allí están los cuatro cordobeses que responden al gobernador Juan Schiaretti, y cuya postura sería decisiva para el éxito o fracaso de la sesión. Si bien Schiaretti fue el único gobernador de los 19 peronistas y aliados que no firmó la solicitada de apoyo al Gobierno central en esta jugada, está por verse si sus legisladores contribuyen al quórum.
Tampoco soltaban una definición en el interbloque de Ramón, que se reuniría este lunes antes de la sesión con ese fin. Pero en el FdT los siguen contando aliados.
Este proyecto es una nueva descarga de Agente Naranja en la “guerra de los helechos” contra el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta. Objetivo a horadar por el cristinismo que lo avizora como un potencial rival en 2023. De ahí la ofensiva que empezó la vice, cuyo objetivo estratégico es instalar en el próximo turno presidencial un sucesor cristicamporista de Alberto Fernández, sea su hijo Máximo o el gobernador Axel Kicillof, los más mencionados.
La iniciativa recorta el porcentaje de coparticipación de la Ciudad a 1,4% y establece un monto fijo de $ 24.500 millones por el gasto del traspaso de la Policía Federal, de actualización trimestral. En la “guerra de los helechos” esta baja se suma al recorte que ya en setiembre se aplicó por decreto presidencial del 1,18 de coparticipación, que Fernández le sacó a Larreta y destinó a la gestión de Kicillof para aplacar el reclamo salarial de la Policía Bonaerense, que había explotado en toda la Provincia. Larreta presentó un amparo ante la Corte Suprema por la quita “inconstitucional”, en medio de la pandemia y en pleno ejercicio presupuestario, que está pendiente de resolverse.
En Juntos por el Cambio advierten que de sancionarse la ley, se “engordará” esa presentación. “Este proyecto muestra el uso y abuso de las mayorías circunstanciales y fue un bochorno institucional cómo se llegó a esta sesión pedida a las 20.20 de la noche del viernes”, afirmó a Clarín el macrista porteño Alvaro González.
Los diputados oficialistas Carlos Heller y Pablo González, presidentes de las comisiones de Presupuesto y de Asuntos Constitucionales, argumentaron en el debate que dio dictamen al proyecto que la coparticipación de la Ciudad había subido discrecionalmente con Mauricio Macri de 1,4 a 3,5%, “excediendo” los aportes que le tocaban por la transferencia policial.
La solicitada de los gobernadores peronistas -articulada desde la Casa Rosada- enfatizó que Macri le había triplicado los recursos a la Ciudad hace cuatro años “en desmedro del resto de los distritos”, un argumento que el larretismo rechaza.
La Ciudad no tiene coparticipación porque la ley que fija el régimen es de 1988, antes que existiera la autonomía porteña que la hizo una provincia más. Y sus recursos llegan de convenios sucesivos con el gobierno central. Los diputados macristas González y Pablo Tonelli presentaron un proyecto para que se debata una nueva coparticipación que incluya a la Ciudad, tarea pendiente desde la reforma constitucional de 1994.
La Ciudad presentó ahora un presupuesto 2021 de «contingencia» ante la Legislatura, en el que busca compensar las pérdidas con impuesto de Sellos a las compras de tarjetas de créditos y a las operaciones con Leliqs -entre otras medidas- lo que ya ha traído polémica con el Banco Central.
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