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¿De victimarios a víctimas? Después de que durante varias semanas la provincia de Buenos Aires agitara la idea de una cuarentena absoluta por la mayor cantidad de casos de coronavirus en la Ciudad, ahora se invirtió la carga. En contacto con Clarín este domingo, funcionarios de la administración que encabeza Horacio Rodríguez Larreta no descartaron retomar restricciones «si el tema se le va de las manos» a la gestión de Axel Kicillof.
Vale el repaso de algunos números para entender el momento de la pelea. Según los datos que difunde el Gobierno nacional, el último día de mayo, domingo 31, la Ciudad contabilizó 358 contagios y la Provincia, 254. Esa diferencia, puntual, también tenía correlato en el acumulado: 8.206 casos en la Capital, contra 5.892 del otro lado de la General Paz. Una diferencia de 39,3%, pese a la desproporción de las poblaciones: 3 millones de porteños contra 15 millones de bonaerenses.
Pero a partir de entonces se produjo un quiebre. Los datos de este último sábado son un ejemplo: se informaron 849 casos en Provincia y 558 en Capital. Y si bien en el total, CABA sigue arriba, la distancia se redujo a menos de 13%: 14.149 contagios contra 12.561. Tendencias cruzadas.
«Es evidente que acá hay dos comportamientos. Por un lado nosotros, con una curva que crece a velocidad crucero, lenta. Y por el otro la Provincia, donde los casos parecen haberse disparado«, compara un funcionario porteño. Y completa: «Si esto se les va de las manos, como parece que está sucediendo, vamos a tener que restringir también en la Ciudad. El AMBA funciona como una sola cosa. No se puede poner una pared como quieren algunos de ellos. Si no pudimos aislar a la (villa) 31, menos vamos a poder aislar al Conurbano completo. Es un tema de solidaridad y también para proteger a nuestros vecinos».
Otra alta fuente de la Ciudad amplía: «Si hay cambios, tiene que ser con el transporte. Ahí está el foco de contagio. Y Provincia no controla. Lo más extremo sería cerrar un medio, como los trenes, o limitar todavía más las estaciones. Pero además, desde que se hizo el reempadronamiento, Nación dejó de compartir las bases de datos. Con lo cual, nosotros no sabemos si lo que nos muestra la gente en el celular es verdad».
Este lunes habrá una reunión de ministros de salud de las tres jurisdicciones (Ciudad, Provincia y Salud) para evaluar la situación. Como adelantó Clarín, las autoridades de la Ciudad se habían fijado un plazo virtual de decisión para esta semana. Ahora se habla del «jueves» como día posible de anuncios. Formalmente, los últimos cambios rigen hasta el 28, pero se monitorean a diario. «Mañana (por el lunes), vamos a mirar nuestros números, pero en especial los de Provincia. Si tienen los contagios disparados, como dicen, es probable que volvamos a cerrarnos«, completan en la Ciudad.
En un punto, se estaría volviendo al plan original que habían imaginado cerca del ministro de Salud porteño, Fernán Quirós. Esto es, flexibilizar como se está haciendo desde hace algunas semanas, y retomar una cuarentena más restrictiva para transitar el pico de la pandemia y pedirles a los vecinos «un esfuerzo final». Se supone que después sí, por fin, aparecería la luz al final del túnel.
Claro que esa programación sanitaria se llenó de condimentos políticos. El diálogo es mucho más fluido entre los ministerios de Salud de Ciudad y Nación que entre Ciudad y Provincia. El jefe bonaerense del área, Daniel Gollán, quien llegó allí apadrinado por Cristina Kirchner, encabezó varias polémicas sobre la situación y acusó de irresponsabilidad al Gobierno porteño. «Ahora debe estar asustado porque no sabe si va a poder controlar el tema en Provincia y nos quiere abrazar para que cerremos juntos. O buscan un culpable afuera para no hacerse responsables«, chicanean desde CABA.
Si bien en la Ciudad insisten en que «lo peor está por venir», anotan algunos puntos a favor. En particular, lo que pasó en el Barrio 31 de Retiro, donde luego de haber tenido un pico muy alto de casos, ahora el tema está en franco descenso. Algo similar, aunque menos contundente, pasaría en la villa 1-11-14 del barrio de Flores.
Esta situación hizo que se modificara otra proporción: en algún momento, los barrios con estas villas sumaban dos tercios de los casos y el resto de la Ciudad, el tercio restante. Ahora es al revés. Por eso, el Gobierno porteño está aplicando un sistema parecido al de las villas en barrios con situaciones de hacinamiento como La Boca o Balvanera. La idea es ir a los focos con muchos contagios y aislar cuanto antes a la población de esos lugares para cortar el contagio.
«Pero de arranque, como vas a testear lugares donde la gente tiene síntomas y vive hacinada, tenés muchos casos. Eso explica 100 de los 550 casos diarios que estamos teniendo ahora. Es lo que le explicamos a la Nación cuando mira nuestros números», amplía una fuente porteña.
En la Ciudad defienden una de las medidas más cuestionadas desde Provincia y hasta Nación: los runners. Este mismo domingo, además de hacer foco en el transporte, el presidente Alberto Fernández sugirió rever la medida de los corredores. «Es cierto que la foto del primer día no fue buena. Pero creer que el pico de casos en Provincia es porque la gente corre en Palermo es un pavada. El principal foco de contagio es el transporte público y no vemos que la Provincia controle eso como lo hacemos en la Ciudad», insisten.
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