Boca ya perdió por goleada

Al cumplirse 30 años del gol de Caniggia a Brasil en Italia 90, también se recordó una frase histórica que les había dicho Bilardo a los jugadores aquel día:“Si se las seguimos dando a los de amarillo, vamos a perder”. Y en Boca se le están dando todas a los de amarillo… Porque la negociación del contrato de Tevez ya tiene un resultado puesto: Boca perdió por goleada.

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No importa cómo resulte este novelón. Lo asombroso es la capacidad que demuestran para crearse un mega problema con palabras duras de esas que dejan cicatrices, convirtiendo el soñado arranque del año en una batalla. Porque no parece propio del equipo que acaba de salir campeón, sacándole el título a su eterno rival en la última fecha, disfrutando con un técnico tan querido para el club, recuperando la versión protagónica y decisiva de su figura, que de repente aparezca este destrato cruzado entre ídolos de la misma camiseta.

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Y no se le puede echar la culpa de todo al coronavirus. La cuarentena pudo obligar a espaciar los contactos personales pero, ¿había que llegar a este límite? ¿Cuánto pueden los egos de cada parte como para olvidarse totalmente del bien común que en este caso debería ser Boca?

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No se piden actitudes filantrópicas. Pero el cierre de un tema contractual, de eso se trata en definitiva, siempre está acompañado de intenciones, gestos y señales que determinan el destino positivo o negativo de esa negociación. Al grito de “marquen a los nuestros”, alguno con un ataque de sensatez debería buscar ahora le solución que menos lastime al club sabiendo que cualquiera que se resuelva, ya dejará incomodidades en ambas partes. A esta altura que Riquelme y Tevez no usen más el mail, el Zoom, los tuits, los familiares, los representantes, ni las segundas líneas. La convivencia necesita un esfuerzo para dejar de darles la pelota a los rivales.

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