Icono del sitio MULTIMEDIOS PRISMA 24

Tras no poder entrar al country, Lázaro Báez pasará otra noche en la cárcel de Ezeiza

https://images.clarin.com/2020/09/07/en-el-frustrado-ingreso-de___X_f-kPZqI_1200x630__1.jpg

Pese a que había obtenido la prisión domiciliaria y que había dejado la cárcel de Ezeiza después de cuatro años y medio, Lázaro Báez volvió a pasar la noche en ese centro de detención.

Un rato antes, el móvil del servicio penitenciario que intentó trasladarlo al country Ayres del Pilar no pudo ingresar al barrio cerrado por una manifestación de los vecinos del lugar. Ese era el domicilio que se había fijado para que cumpliera la morigeración de la prisión preventiva.

Ante la inédita situación, fuentes judiciales le confirmaron a Clarín que el dueño del grupo Austral regresó al penal de Ezeiza hasta tanto se fije un nuevo domicilio para cumplir su arresto. Antes de llegar a ese destino, pasaron por la cárcel de Devoto para cambiar uno de los móviles que tenía su parabrisas roto.

Así, pasadas las 22.30 Lázaro Báez regresó a la cárcel de Ezeiza, lugar que había dejado por apenas unas horas tras estar preso desde el 6 de abril de 2016. La noche, pese a haber obtenido el arresto domiciliario, la transcurriría en lo que fuera hasta este lunes a la tarde su celda -ubicada en el Pabellón 6-, como parte del IRIC el programa que creó el gobierno de Mauricio Macri para detenidos en casos de corrupción. Primero, de todos modos, pasó por el Hospital Penitenciario Central (HPC).

Fuentes judiciales indicaron a este diario que allí deberá estar hasta que en las primeras horas de la mañana el Tribunal Oral Federal 4, escuche «las propuestas de la defensa». Esto podría ser fijar otro domicilio en la Ciudad de Buenos Aires.

La vivienda elegida había sido analizada por las autoridades del programa que depende del Ministerio de Justicia, responsables de monitorear el arresto domiciliario de Lazaro Báez. Pero además, la Justicia requiere en estos casos de un informe socio ambiental donde se detallan las condiciones de la propiedad y las personas autorizadas a acompañar al empresario K y quién será en este contexto, un garante de su domiciliaria.

Es la primera vez que se interrumpe una medida judicial donde un detenido no logra acceder a la vivienda aprobada por los jueces que validaron que Báez continúe cumpliendo con su detención bajo monitoreo electrónico, en una de sus 1.412 propiedades.

La celda en la que permaneció estos cuatro años es de 2,30 por 3 metros. Otros espacios de iguales dimensiones dan un salón de usos múltiples (SUM) con mesas y sillas de plástico, un televisor de 32 pulgadas, una pequeña heladera, una pileta donde los internos, entre ellos Báez, lavan su ropa y un baño común. Ese SUM da un patio pequeño cubierto. La organización del lugar habilita a que los presos roten para usar el patio donde hay cancha de fútbol y que salgan para talleres educativos y de diversos oficios. El empresario patagónico no iba a ninguno de ellos, aunque sí jugaba al fútbol.

Algo caracterizó todos sus años en prisión: la lealtad inclaudicable a Néstor Kirchner, y en una ocasión sostuvo “a mí nunca me van a quebrar”. Veía, hacia fines de 2018, la cantidad de arrepentidos que el caso Cuadernos acumulaba, pero él juraba que no sería uno, aunque a veces mandaba señales ambiguas.

El silencio fue su estrategia. Sólo habló durante el juicio de la Ruta del Dinero K y repitió palabras de Cristina Kirchner: «persecución, causas armadas, condenado por ser amigo de Kirchner». En contraposición, las pruebas por lavado de dinero construyeron la investigación judicial con aportes desde Suiza que mostraron movimientos de fondos millonarios, su patrimonio estaba expuesto.

Mirá también

GK

[ad_2]

Fuente

Salir de la versión móvil