Roland Burbuja Garros y a cuánto se hospeda Schwartzman de Podoroska

Faltan horas para las semifinales de Roland Garros, que estarán teñidas de celeste y blanco con la presencia de Diego Schwartzman y Nadia Podoroska. Aunque con la pandemia de coronavirus que afecta al planeta, el Grand Slam parisino podría renombrarse como Roland Burbuja Garros, porque los y las tenistas tienen la obligación de cumplir estrictos protocolos sanitarios para evitar los contagios que son cada vez mayores en Europa y en el mundo. Y París, claro, es excepción.

La organización dividió, por ranking, en dos hoteles a los deportistas: el Peque se hospeda en el lujoso Pullman París Tour Eiffel, que se encuentra frente a la torre y a 900 metros del Novotel Torre Eiffel, donde se aloja Nadia y donde fueron los ranqueados después del 60.

Al principio del certamen, cada jugador estaba acompañado por un tope de dos personas. Pero desde cuartos de final en adelante les permitieron sumar más acompañantes. Schwartzman, quien será 8° en el Top 10, se encuentra con Juan Ignacio Chela (entrenador), Martiniano Orazi (preparador físico) y su novia, Eugenia De Martino. Podoroska, en cambio, está con su equipo (Juan Pablo Guzmán es uno de sus entrenadores; el otro es Emiliano Redondi, pero permanece en Alicante, donde hacen base).

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Ambos fueron hisopados desde el primer día que arribaron a París y debieron permanecer encerrados en sus habitaciones hasta tener los resultados (incluso, debían comer en sus habitaciones). Recién fueron liberados una vez que se conocieron que fueron negativos de Covid-19 y son testeados cada 48 o 72 horas.

El hotel donde se aloja Schwartzman

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El mundo cambió y la logística del torneo también: antes se podía ir caminando al anexo de Roland Garros, en la nueva normalidad no se puede salir a la calle a pasear y del hotel al predio, que son aproximadamente diez minutos, se va en auto y sólo se suben de a dos personas (hay una separación de plástico con el conductor). Aunque te quieras mover poquitos metros, se hace en un vehículo. Y nadie se queja porque no quieren correr riesgos. En ese sentido hay mucha conciencia colectiva. Y nadie se olvida el barbijo.

Todos los tenistas van al vestuario sin sus entrenadores y, al ser muy grandes, todos los jugadores están ahí cumpliendo los distanciamientos correspondientes.

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Roland Garros tiene dos comedores debajo de los estadios Chateier y Suzanne, y se puede comer en cualquiera de los dos.

Schwartzman y Podoroska tienen hambre, hambre de gloria. El Peque tendrá que superar a Rafael Nadal, quien apenas perdió dos partidos en Rolanga, para pasar a la gran final. La rosarina se enfrenta a Iga Swiatek (este jueves) para estar más cerca de la chance de ir por todo.

Y a miles de kilómetros, habrá un país alentándolos.

Aquí se hospeda Podoroska