MULTIMEDIOS PRISMA 24

IDENTIDAD EN COMUNICACION

La cabeza y el corazón de Licha

https://images.ole.com.ar/2019/12/15/gVZHVvJB_1200x630__1.jpg

Si Lisandro López es hoy quien es para Racing, un ídolo indiscutido, una palabra santa, un ejemplo intachable, y si además se convirtió en toda una referencia dentro del fútbol argentino, no es sólo por la vigencia de sus virtudes deportivas, sino también (acaso principalmente) por su cabeza. Su cabeza de competidor que no envejece con el calendario, y su lucidez para ver más allá del promedio. En la excelente entrevista que le hizo este miércoles radio La Red queda otro testimonio de ambas cosas.

Pide respetar los protocolos y cuidarse con responsabilidad, pero reflexiona: "La vida tiene que seguir".

Pide respetar los protocolos y cuidarse con responsabilidad, pero reflexiona: «La vida tiene que seguir».

Mirá también

Lisandro poco menos que desnuda sus sentimientos, sus emociones, las que puede haber experimentado la mayoría de sus colegas (y la gente común…) sin exponerlas en carne viva. Lo hace cuando dice que en la cuarentena estaba “desesperado”, cuando cuenta cómo se le fue extendiendo de 15 días a un mes, dos… “Cinco meses fue demasiado”, remata, sin dejar de poner sobre ese mismo escenario que entiende todo, la pandemia, la gravedad de la situación, la necesidad de “ser responsables y cuidadosos con los protocolos”. Pero, como una evolución de lo que fue el aislamiento en la mente de todos, reflexiona: “La vida tiene que seguir”. No teme opinar sobre algo que por momentos llega a enfrentar a los argentinos, convencido de que “en algún momento hay que arrancar” y dispuesto a afrontar lo que todos deberemos asimilar: “Hay que convivir con el virus hasta que esté la vacuna”.

Mirá también

Licha en el último partido por la Copa, contra Alianza Lima en Avellaneda. Está ilusionado con ganarla (EFE / Juan Ignacio Roncoroni).

Licha en el último partido por la Copa, contra Alianza Lima en Avellaneda. Está ilusionado con ganarla (EFE / Juan Ignacio Roncoroni).

A los 37 años, una edad en que tantos colegas están retirados o a punto de, a su impronta de gladiador no le cabe que sea la pandemia lo que termine con sus sueños: “Mi carrera no puede terminar así, jamás pensé en retirarme”. Y a su gen competitivo no le hace mella la desventaja de haber retomado los entrenamientos después que sus rivales: “Me siento igual, o más fuerte que nunca”.

Un cerebro lúcido, un corazón batallador, un referente sin cassette. Así da gusto.

[ad_2]

Source link

Desarrollo Web Efemosse
/ España: efemossesistemas.com
WhatsApp chat