Encima el presi acusado de corrupción

El planeta fútbol está pendiente de la definición de la situación de Lionel Messi, quien pidió dejar el Barcelona, contra la oposición del presidente del club, Josep Maria Bartomeu. Y al mismo tiempo al dirigente le surgió un problema que puede tener mayores consecuencias personales contra él que la pérdida del ídolo máximo de la institución: una acusación de corrupción de los Mossos d’Esquadra, la policía catalana.

Una información revelada por el diario El Mundo reveló que se llegó a la conclusión de que hay evidencia de corrupción en el caso Barçagate tras analizar las acusaciones contra la directiva expuestas en los medios o en las denuncias de terceros. La policía de la Generalitat dio traslado de ello al Juzgado de Instrucción número 13, de Barcelona.

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Las fuerzas del orden buscaron documentación incriminatoria en las oficinas del Camp Nou durante el verano español, para sostener las denuncias, mediáticas y legales. Se determinó que hubo delitos económicos, como sobreprecios de 600% o articular despidos ficticios para esquivar el costo de las indemnizaciones y compromisos con la seguridad social.

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Ahora el Juez debe determinar si esta presunta corrupción tenía como destino el enriquecimiento personal, de manera individual o colectiva, de los miembros de la directiva de Bartomeu.

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El Barçagate arrancó a mediados de febrero, cuando se descubrió que el club había contratado una empresa dedicada a desprestigiar a todos los críticos con la gestión de Josep María Bartomeu a través de las redes sociales. El método de pago a esta empresa es lo que ha derivado en una investigación más profunda sobre las cuentas del club.